Muchas enfermedades neurológicas cursan con afectación de las funciones cognitivas superiores, lo cual repercute en la dinámica personal, familiar, social y laboral. Entre ellas una de las más frecuente son las demencias, con una presencia del 10 por cierto en personas mayores de 65 años, prevalencia que aumenta con la edad.

En los últimos años se está presentado especial atención a la detección precoz de cuadros de deterioro cognitivo presentes tanto en las demencias como en otras enfermedades degenerativas, desmilineizantes, sistémicas, en accidentes cerebro vasculares y traumatismos craneoencefálicos.

¿En qué consiste el tratamiento?

Ofrecemos la realización de programas de estimulación cognitiva además de una evaluación neurocognitiva específica según la problemática que presente el paciente.

Estos programas tienen el objetivo de retrasar el avance de la enfermedad, y potenciar las actividades dirigidas a mantener la independencia de la persona en los diferentes ámbitos de su vida el máximo tiempo posible.