Frecuentemente las relaciones de pareja implican problemas de comunicación, infidelidades, miedo al compromiso, problemas de convivencia, dependencia emocional, discusiones, celos o desconfianza, pérdida de apetito sexual, inadaptación en periodos de cambio, o conflictos causados por las familias políticas.

Estos estados comportan una relación insatisfactoria y frustrante para la pareja o para uno de los miembros.

A través de la terapia, las parejas pueden superar las crisis, resolver los conflictos, y reconducir la relación recuperando aquello que se daba por perdido.

Cuando se ha intentado durante mucho tiempo superar una situación y no se ha logrado, puede ser el momento de recibir la ayuda de un profesional objetivo que nos muestre las claves para recuperar la relación.

¿En qué consiste el tratamiento?

Antes de proponer cualquier tipo de tratamiento, es necesario profundizar sobre la problemática que trae a la pareja a la consulta. Dados los numerosos y variados problemas relacionales existentes, y que no existe un único modelo de tratamiento, exponemos algunas de las técnicas sobre las que trabajamos con problemas comunes.

• Estrategias para aumentar y potenciar los intercambios positivos entre ambos miembros de la pareja.
• Manejo de momentos de hostilidad inesperada y de mal humor.
• Modificación del estilo comunicacional (escucha activa, práctica guiada o entrenamiento en casa)
• Expresión de sentimientos negativos de manera directa.
• Expresión de sentimientos positivos.
• Habilidades de resolución de problemas.